Guía para evitar el formaldehído

Limitar nuestra exposición al formaldehído en casa es posible.

Construcción y materiales
Existen algunas normas y recomendaciones relativas a la problemática de los materiales de construcción que emiten compuestos volátiles nocivos como es el caso del formaldehído, por lo que en principio en las viviendas relativamente nuevas este aspecto está considerado. En 1984 se limitó mediante normativa el empleo de las espumas aislantes de UF a determinados ámbitos del edificio y evitando siempre toda posible comunicación con el ambiente interior. Además, se definieron unos rangos de concentraciones máximas admisibles de formaldehído en el interior del recinto como resultado de la aplicación de las espumas.

Dado que las emisiones del compuesto disminuyen a medida que pasa el tiempo, hoy en día es probable que se haya vaporizado en su totalidad. Hay que tener en cuenta sin embargo que las personas sensibilizadas pueden sufrir reacciones incluso a bajos niveles y que también existe la posibilidad de exponerse a polvo de UFFI descompuesto, por lo que hay que ser extremadamente prudente en caso de reformas que involucren este tipo de aislamiento.
Por otro lado, en notas técnicas se recomienda que, para la preservación de una adecuada calidad del aire interior y para reducir al mínimo la probabilidad de aparición de efectos graves e irreversibles a largo plazo, se utilicen tableros de la clase P1, la de menor contenido en formaldehido, en la decoración y compartimentación de interiores.

Mobiliario
Los muebles de madera maciza, los de fibras naturales, o incluso los metálicos no conllevan la emisión de compuestos volátiles desde su interior. Aunque algunos productos de madera prensada resultan estéticamente muy similares a los de madera maciza, en general es posible ver que la estructura en realidad es de madera prensada, ya sea en laterales o cantos en los que queda al descubierto, o en perforaciones de tornillos, por ejemplo. Los muebles de madera maciza o de fibras pueden tener acabados naturales que no emitan olores o compuestos nocivos. También pueden adquirirse sin tratar.
Por otro lado, comienzan a encontrarse en el mercado productos en madera prensada y tableros DM con bajo nivel de formaldehído, que se elaboran modificando la producción de la resina para reducir el excedente de formaldehído. Todavía son poco conocidos en nuestro país, aunque en otros lugares, como Alemania, su uso y demanda por parte de los consumidores es habitual. La ecoetiqueta alemana del ángel azul recoge productos de madera con bajo nivel en formaldehído.

Tejidos
Los tejidos de fibras de cultivo orgánico, los de fibras naturales artesanales estarán exentas de cualquier tratamiento con formaldehído. También se pueden evitar los productos en los que se afirma que son resistentes a las arrugas, que no necesitan plancha, que no encogen ni se dan de si, o que repelen el agua o las manchas. Además, los productos textiles con ecoetiqueta europea limitan la cantidad de formaldehído que contienen.
Una precaución es lavar y aclarar a conciencia prendas nuevas o textiles que previsiblemente contengan un acabado con formaldehído antes de usarlos. Dado que la resina de formaldehído se une a la fibra durante el proceso de elaboración, lavarla reduce la cantidad de sustancia presente pero no la elimina totalmente. De hecho, el efecto deseado con ese tratamiento es que las propiedades de la prenda se mantengan todo el tiempo, no solo durante los primeros lavados.

Pinturas y barnices de acabado para la madera
Si se escogen pinturas ecológicas y tratamientos ecológicos para la madera se evitarán las emisiones de formaldehido durante su aplicación y secado. Además de las pinturas de base natural o mineral, inocuas para la salud y el medio ambiente, también se pueden encontrar pinturas con etiqueta ecológica que limitan el contenido de estos componentes volátiles.

Revestimientos y alfombras
Si se evitan los materiales vinílicos a favor de los cerámicos u otros materiales naturales, como la madera o el linóleo, se evitan los recubrimientos plásticos y las emisiones de compuestos orgánicos de síntesis al ambiente interior. Las alfombras y moquetas de fibras naturales vegetales o de lana no emiten formaldehído. Se pueden instalar con sistemas como grapas en vez de adhesivos tóxicos.

Evitar el uso de ambientadores con fragancias sintéticas
Se pueden evitar los malos olores con una ventilación correcta y controlando las causas (cubos de basura, tabaco, humos de la cocina …). Para aromatizar se pueden emplear fragancias naturales como las de hierbas, especies o aceites esenciales.

Productos de papel
Puesto que el acabado de formaldehido es muy habitual, una de las pocas medidas puede ser el limitar el uso de artículos de papel rápidamente perrcedero, como el caso de las servilletas o los pañuelos de papel a favor de los de tela. Con ello también se reduce el uso de recursos naturales y la generación de residuos.

Productos de cosmética e higiene personal
En el caso de los cosméticos, puesto que por ley deben aparecer especificados sus ingredientes en el envase, es posible hacer la lectura de la etiqueta e intentar evitar los productos que lo contengan.

Productos de limpieza
Los productos ecológicos no contienen formaldehído. En ocasiones se abusa de los desinfectantes sin que realmente haya la necesidad. Se puede practicar una estrategia de prevención como mantener las superfícies secas y controlar mohos y bacterias limpiando convenientemente con agua y jabón y quizá utilizando de vez en cuando agua caliente.

Limpieza en seco
Si es posible, se recomienda colgar en el exterior o en una estancia más aislada con buena ventilación las prendas traídas de la tintorería, durante aproximadamente una semana, para permitir que se evapore la mayor parte del disolvente que se usa.